"Como tantos niños solitarios, su problema no era la soledad en sí, sino el hecho de que nunca lo dejaban a solas para disfrutarla. Siempre había adultos bienintencionados que intentaban alegrarlo o aconsejarle; que lo sobornaban, lo intentaban engatusar o lo intimidaban para que se mostrara amistoso, para que hablara un poco o tomara un poco el aire. Los profesores siempre estaban pinchándolo e intentando ganárselo con sus datos y sus principios, cuando lo único que él necesitaba era que le dieran un montón de libros de texto y lo dejaran solo. Y lo peor de todo eran los demás niños, que por lo visto no podían jugar sin incluirlo a él en el caso de los juegos crueles y lo excluían de forma ostentosa cuando se trataba de juegos inocentes."
"Tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo."
"En aquellos días lejanos, la portada del cómic era un póster que anunciaba una película soñada, con una duración de dos segundos, que cobraba vida en la mente y desplegaba su esplendor justo antes de que uno abriera aquellos fajos grapados de papel basto y las luces se encendieran."
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